Todos sabemos que uno de los males
de la vida moderna es la mala alimentación.
Los hábitos alimenticios se han vuelto irregulares,
con una mayor tendencia a comer mal, abusar de
las comidas chatarras, dejar de lado alimentos
saludables como frutas y verduras, y todo ello
acompañado de una vida sedentaria.
Por ello, debemos tener en cuenta cuáles
son las consecuencias de una mala alimentación.
Riesgos de alimentarse mal
Todos necesitamos consumir determinados tipos de alimentos y nutrientes que contribuyen a nuestra salud física y mental. El desbalance nutricional, por exceso o falta de nutrientes, afecta nuestro cuerpo de diferentes maneras generando, trastornos de salud que pueden llegar a ser graves. Entender esto es fundamental antes de sufrir los riesgos de una mala alimentación asi como lo efectos inmediatos en la salud.
Mala alimentación y obesidad
El aumento de peso es una de las consecuencias de una mala alimentación más visibles. Sin embargo, su gravedad no pasa por una mera cuestión estética, ya que la obesidad trae varios problemas: aumento del colesterol, una mayor presión sanguínea, acumulación de grasas en las arterias y la aparición de problemas cardiovasculares, así como el aumento de las probabilidades de que nos veamos afectados por la diabetes.
Nutrición y sistema inmunológico
Una carencia de sustancias nutritivas fundamentales para el cuerpo puede generar problemas físicos y enfermedades. Tal es el caso de lo que acontece con una alimentación deficiente de hierro, lo que provoca anemia. Pero el desbalance químico y mineral también puede llevar a problemas de fatiga crónica, dolores musculares y calambres, entre otras consecuencias.